Ps. Ignacio Echeverría
Ps. Ignacio Echeverría
Titulado como Psicólogo de la Universidad Autónoma de Chile, graduado con distinción. Cuento con más con 7 años de experiencia en el sector público y privado, tanto en el área clínica como educacional.
Me he desempeñado como psicólogo educacional bajo el marco de la ley SEP (Subvención Escolar Preferencial) en diversos establecimientos educacionales. Gracias a estas experiencias desarrolle mi interés en el trabajo con adolescentes.
Trabajo con pacientes desde los 15 años hasta el comienzo de la adultez mayor en temáticas tales como, trastornos ansiosos, del estado de ánimo, fobias, crisis vitales, duelo, entre otras, en forma presencial y remota, a través de video consulta.
Considero que trabajar y hablar de salud mental es de vital importancia para nuestra existencia, es fundamental la comprensión y el trabajo que realicemos en nosotros para mejorar nuestro bienestar humano y sentido de vida. Por lo cual, me consideró como un agende de cambio en como entendemos y abordamos nuestra salud mental.
Gracias a mis experiencias personales y profesionales he podido conocer una gran diversidad de perspectivas y mundos internos que poseemos, dando paso a mi búsqueda de perfeccionamiento profesional-personal para abordar estas temáticas. Considero de fundamental importancia que el trabajo que realicemos como profesionales de la salud mental sea basado en, evidencia, trabajo multidisciplinario y centrado en la persona.
Actualmente me desempeño como psicólogo clínico en Avanzar Centro Médico y Psicológico Integral. Mi enfoque clínico está orientado a la psicoterapia cognitiva conductual y existencial.
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Es muy común confundirlas ya que se relacionan pero no son lo mismo. La tristeza, es una emoción básica y natural que se manifiesta cuando se produce la pérdida de algo importante. En cambio, la depresión es un trastorno del ánimo que se caracteriza, entre otros síntomas, por una emoción de tristeza intensa que perdura en el tiempo, que puede generar apatía, irritabilidad, cansancio, culpa, autopercepción negativa y del futuro, fluctuaciones en el apetito, insomnio, disminución del deseo sexual, etc. Es habitual que la persona depresiva desconozca el motivo de su tristeza ya que suele ser más intensa y duradera en el tiempo.
En la gran mayoría de los casos, lo más efectivo es recibir tratamiento psiquiátrico junto con psicoterapia. Generalmente, como tratamiento farmacológico se utilizan antidepresivos, ansiolíticos, entre otros medicamentos. Con la psicoterapia, el paciente va a recibir confianza, comprensión y apoyo emocional. El objetivo es corregir pensamientos negativos, explicar que puede ser de carácter temporal y así generar superación. Además, se consigue la participación del paciente en el proceso curativo y se enseña a prevenir las posibles recaídas. Es necesario pedir ayuda si uno nota que está perdiendo la calidad de vida y bienestar.
Estando encerrados, los días parecen iguales y es normal irse a dormir con la sensación de que mañana va a ser lo mismo otra vez. Por lo tanto, conviene seguir rutinas que nos ayuden a tener orden y sentirnos ocupados; hacer los días más llevaderos. En concreto, movernos, intentar exponernos al sol, hacer ejercicio, ocio creativo como pintar, leer o bailar y fundamental, mantener contacto diario con familia y amigos. También es importante encontrar espacios para nosotros mismos, desconectarnos y tener nuestro pequeño momento de introspección no pensando en fechas de término sino viviendo el día a día.