Nuestra alimentación se asocia a múltiples factores, entre ellos, supervivencia, cultura, situaciones, y emociones. El estado de ánimo influye en la forma de alimentarnos, muchas veces cuando percibimos emociones que nos resultan desagradables, como la ansiedad, rabia o tristeza, tendemos a buscar consuelo en la comida, sin tener en cuenta que esta solo ejerce un efecto placebo momentáneo y no pone fin a nuestras preocupaciones. Lo mismo ocurre cuando nos sentimos contentos y merecedores de un “premio”, tendemos a recurrir a la comida como obsequio de festejo, estando o no consientes de eso.
Hablamos de hambre e ingesta emocional cuando justamente utilizamos la comida como un regulador de ésta, buscando atenuar, con la ingesta de alimentos, las emociones y sensaciones que percibimos incómodas, especialmente de aquellos ricos en azúcares y grasas. En cambio, el hambre e ingesta física, nace de procesos biológicos del cuerpo solicitando energía, cuando el estómago está carente de alimento.
Señales de Hambre e Ingesta emocional | Señales de Hambre e Ingesta física |
Surge repentinamente | Surge gradualmente |
Es urgente | Puede esperar |
Solicita comidas específicas | Abierta a distintas alternativas de comida |
Dificultad para identificar cuando se siente satisfecho | Identifica fácilmente cuando se siente satisfecho |
Generalmente después de comer, provoca sentimientos negativos de culpa | No genera sentimientos negativos después de comer |
Dificultad para identificar dónde se percibe | Se percibe en el estómago |
Es de suma importancia aprender a distinguir el tipo de hambre y por consiguiente la Ingesta que experimentamos, ya que si se repite con frecuencia el hambre e Ingesta emocional, sin tener conciencia de ella, se pueden generar consecuencias indeseadas a largo plazo, como:
- Desarrollo de Sobrepeso, Obesidad y/o Enfermedades Crónicas No Transmisibles Asociadas, como, Diabetes, Hipertensión, Síndrome Metabólico…
- Predisposición a Trastornos de la Conducta Alimentaria, como, Anorexia Nerviosa, Bulimia Nerviosa, Trastorno por Atracón…
- Dificultad para identificar y regular emociones.
- Depresión u otras afecciones mentales y emocionales.
¿Qué se aconseja para enfrentar el hambre emocional?
- Practica técnicas de meditación que te permitan conectar con tu cuerpo físico y emociones. (Mindfullnes, conocido también como Atención Plena o Conciencia Plena es una excelente herramienta).
- Identifica las emociones que te han dado “hambre” y revisa aquellos pensamientos que están influyendo en que te sientas así, y modifícalos por otros que sean realistas y creíbles, que calmen tus emociones desagradables y favorezcan la solución a aquello que te preocupa.
- Realiza actividad física, preferentemente al aire libre, permitiéndote liberar tensiones y endorfinas que te proporcionen bienestar.
- Cuida tu alimentación, basándote en un plan de alimentación saludable.
- Practica actividades recreativas que te gusten y relajen.
- Busca ayuda profesional.
Artículo escrito por Isidora Larraín, Nutricionista Centro Avanzar.
“No lo olvides. Publicaré un artículo sobre Mindful Eating, el que estará disponible a partir del 13 de Agosto 2020”
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